Competencia especifica parabola del sembrador
La semilla, la palabra de Dios, encuentra diversos obstáculos. La parábola nos invita a examinar nuestro propio corazón. Incluso si hemos sido como tierra infértil en el pasado, podemos cambiar. La ambición impide el crecimiento espiritual.
La parábola del Sembrador ilustra la importancia de la preparación
También enfatiza la generosidad incondicional del sembrador. Sólo en la tierra fértil la semilla produce fruto abundante. Se manifiesta en acciones de amor, servicio y compasión. Las preocupaciones mundanas y el engaño de las riquezas estrangulan la fe.
Un tercer grupo de semillas cae entre espinos.
Simplemente esparce la semilla, confiando en su potencial. Brotan rápidamente, pero sin raíces profundas se marchitan. ¿Qué tipo de tierra somos para la palabra de Dios? Es la prueba de que la palabra ha echado raíces profundas. La parábola del Sembrador ilustra la importancia de la preparación.
El resultado final no depende solo de nosotros. La parábola del Sembrador es un llamado a la conversión. La gracia de Dios nos da la fuerza para perseverar. La palabra es comprendida, aceptada y vivida en plenitud. Los espinos crecen y sofocan a la joven planta, impidiendo su desarrollo.
El sembrador esparce la semilla sin distinción, generosamente. Implica un cambio radical en nuestra forma de pensar y actuar. Algunas semillas caen junto al camino, sin profundidad. El camino, las piedras y los espinos representan distracciones y tentaciones.
La parábola ofrece esperanza y aliento.
Confiar en el poder transformador de la semilla y la bondad de Dios. Reconocerlos es crucial para superarlos y proteger la semilla. Esto representa la falta de atención y comprensión inicial. Es la transformación interna que se irradia hacia el exterior.